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Estos parámetros se pueden interpretar de una manera muy sencilla: la forma en que vivimos y lo que elegimos llevar a la mesa cada día afecta la salud y, por tanto, la duración y calidad de nuestra vida incluso más que la predisposición familiar. Basta pensar en las enfermedades metabólicas, como la resistencia a la insulina, la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión arterial, la aterosclerosis, hasta el sobrepeso y la obesidad. Todas son enfermedades de los tiempos modernos estrictamente influenciadas por la dieta diaria.
El significado de la palabra griega "diaita", de la que deriva el término actual, es "estilo de vida, nutrición" pero, el error más común que muchas personas han cometido en los últimos años ha sido relacionar la palabra "dieta "Solo regímenes de pérdida de peso basados en la restricción diaria de calorías.
Enfoque correcto de la palabra dieta
Sin embargo, basar la dieta en un simple recuento de calorías de los alimentos puede ser extremadamente peligroso porque corre el riesgo de privar al cuerpo de nutrientes importantes.
Por poner un ejemplo, una porción de pasta o una porción de postre pueden tener las mismas calorías, ¡pero los efectos metabólicos de los dos platos son muy diferentes! Aprender a comer bien, superar el cálculo de calorías y considerar nuestra alimentación diaria como la principal fuente de moléculas de nutrientes útiles para la vida y el funcionamiento de nuestro organismo, así como un aliado válido para adelgazar y mantenernos sanos, significa digamos implementar una dieta consciente destinada a adquirir y mantener un estilo de alimentación saludable.
El dia de la comida
Los consejos para mantener el peso y perder peso de forma eficaz y saludable son sencillos.
Nunca se salte las comidas: tener cinco "contactos" diarios con la comida (desayuno, merienda matutina, almuerzo, merienda vespertina, cena) le permite mantener los valores de glucosa en sangre bajo control. Por el contrario, obligarse a uno mismo a un ayuno forzado conduce a una disminución de los valores de glucosa en sangre.
Por lo tanto, cuando come, su nivel de azúcar en sangre aumenta repentinamente y produce grandes cantidades de insulina. Esta hormona actúa sobre el hígado, convirtiendo el exceso de carbohidratos ingeridos en grasa. Con niveles altos de insulina en la sangre, por lo tanto, no se pierde peso: por eso es importante mantener los niveles de azúcar en sangre bajo control.
Aportar al organismo todos los nutrientes que necesita: lípidos, proteínas, vitaminas, minerales, fibra, agua ... nada excluido, incluidos los carbohidratos contenidos en el pan y la pasta, a menudo demonizados en las dietas modernas de adelgazamiento.
El secreto está en controlar la cantidad: sí al pan para el almuerzo y la cena, todos los días si comes proteínas; pasta (una ración) cada cinco días. Este ya es un buen comienzo para una pérdida de peso saludable. Traiga al menos dos porciones de frutas y tres de verduras a la mesa al día, y luego mucho pescado bueno.
